Meditación con niños

Mindfulness en clase y en casa. Prácticas formales

Las emociones nos acompañan a lo largo de la vida y no siempre resulta fácil entender lo que sentimos para poder gestionarlo. El mejor método para manejar las emociones consiste en utilizar la razón para saber qué sentimos y de esta forma, regular su intensidad. Pero para llegar a este momento, necesitamos PARAR. 

Vivimos en una sociedad hiperconectada y los menores están expuestos a una gran cantidad de estímulos. Sus cerebros necesitan aprender a dirigir su atención de forma voluntaria y consciente. 

En el artículo anterior se hizo una breve introducción sobre las prácticas informales de mindfulness. Pequeños actos cotidianos que pueden ayudar a mostrar atención en el presente.

Por otro lado, la práctica formal consiste en dedicar un tiempo determinado al día a la meditación. Pueden ser entre 5, 10 o 30 minutos en condición a la disponibilidad de tiempo. Pero indudablemente requiere de cierta constancia, dedicación y compromiso. 

Para practicar con los más pequeños, es importante saber escoger el momento adecuado donde se muestren más receptivos. También se puede alternar momentos de más movimiento con la calma que requiere la práctica formal del Mindfulness.

A continuación os facilitamos algunas apps que os ayudarán en la práctica de casa o en el colegio.

 

App Petit Bambou

 Petit Bambou 

Aplicación de meditación Mindfulness.

Dispone de varios programas para niños y adolescentes.  El programa gratuito es “Descubrimiento niños”. 

Cada programa dispone de diferentes sesiones de duración entre 5 y 10 minutos cada una.

Estas primeras sesiones pretenden ser un primer contacto con la meditación.

Aconsejan realizar las primeras sesiones los niños junto con los padres o educadores para así, ayudarles en sus primeros pasos en la meditación. 

Esta práctica formal y constante, puede ayudar a mejorar su capacidad para concentrarse,  regular las emociones, ayudar en su autoconocimiento  y avanzar hacia una mayor calma y serenidad. 

 

App Meditación Kids

 

Meditación Kids

Aplicación que enseña a los niños a calmar sus mentes.

Esta app contiene sesiones de meditación y ejercicios adaptados a los niños. Pretende ayudar a dormir mejor y a reaccionar con calma delante de algunas emociones. 

Estos son algunos de los ejercicios o meditaciones que propone la app: 

1.-Duerme tranquilo: relajar las diferentes partes del cuerpo y calmar la mente. (sesión gratuita) 

2.- Meditación del agradecimiento.

3.-La isla del tesoro: Es un ejercicio de meditación que aleja la atención de los pensamientos y se enfoca en la respiración hasta que se relaja.

4.-No quiero ser un gruñón:  meditación guiada para enseñar a los niños que quejarse de cosas que no tienen solución No ayuda de ninguna manera. 

 

Además de las apps, hay lecturas muy recomendables como la del libro Tranquilos y atentos como una rana de Eline Snel

Libro: Tranquilos y atentos como una rana

 

Libro: Tranquilos y atentos como una rana

Este libro ofrece historias y ejercicios simples que los niños y niñas podrán practicar cada día. Está dirigido a edades entre 5 a 12 años. Los padres pueden acompañarlos mientras practican. 

La autora ha basado sus técnicas en el método de mindfulness desarrollado por Jon Kabat-Zinn. Los resultados han demostrado que los niños y niñas que practican estos ejercicios duermen mejor, están más concentrados y serenos y se sienten más seguros. 

Incluye un CD con 11 meditaciones guiadas específicas.

 

Entre los profesionales de referencia en la práctica del Mindfulness formal e informal destaca por ejemplo el trabajo de la psicóloga Belén Colomina.

 

 

 

Mindfulness en clase y en casa

Prácticas informales de Mindfulness para facilitar la educación emocional 

En la sociedad actual evaluamos constantemente las conductas de las personas que nos rodean. Desafortunadamente, con l@s niñ@s no se hace una excepción:

“No pegues”, “Deja de llorar”, “Te portas mal”, “Comparte los juguetes con tus amigos”

Si consideramos importante cuidar de la educación emocional de los más pequeños (tanto en casa como en los colegios) el primer paso imprescindible es identificar las emociones que ha producido el tipo de conducta que hay que mejorar.

Una vez se ha identificado la emoción: «estoy triste», «estoy nervios@», «estoy enfadad@» es importante profundizar en el significado y no detenerse en la parte superficial de la expresión emocional. 

En una situación de calma, podemos preguntar a los alumnos o hijos: ¿Qué ha pasado para sentirte de esta forma?, ¿Cómo ha reaccionado tu cuerpo? ¿Qué cambios has notado en tu cuerpo cuando te sentías así?.

Para conseguir dar respuestas a estas preguntas es necesario PARAR, mostrar atención al presente y analizar el interior.

El funcionamiento del día a día nos arrastra y nos dificulta detenernos frente la situación presente para analizarla con los hijos o alumnos, pero aunque sea difícil llevarlo a cabo en todas las situaciones cotidianas, es esencial parar, preguntar qué siente, visualizar la situación, qué está pasando, qué cambios corporales está notando, para finalmente poder profundizar en los cambios emocionales y mentales del momento.

Dependiendo de la edad del/la hij@ o alumn@, podemos iniciar este proceso analítico haciendo las observaciones desde el exterior y realizar las preguntas para poder obtener su opinión.

Inicialmente no nacemos con esta habilidad y desde luego la superficialidad e inmediatez del día a día no ayuda en este ejercicio.

El Mindfulness es una buena práctica para desarrollar la capacidad de visualizar el presente y de esta manera dirigir nuestra atención de forma correcta.

Existen prácticas formales e informales que se pueden incorporar fácilmente en nuestra vida cotidiana.

Las prácticas informales hacen referencia a pequeños actos cotidianos que pueden ayudar a mostrar atención en el presente y se pueden practicar en cualquier momento del día. Por ejemplo:

-Ejercicios de atención focalizada: mantener el foco de atención plena hacia una sola cosa. Observar los detalles.

-Parar y observar el entorno donde nos encontramos: ser conscientes de lo que pasa, cuantas personas hay, que cosas se mueven, qué está estático. Etc.

-Después de hacer algunos ejercicios físicos, sentarse y percibir los cambios del cuerpo.

-Ser más conscientes de los olores y del tacto de los objetos que nos rodean. Cuando comen una fruta, su comida favorita. Podemos realizar un juego tapando los ojos y tocar algunos alimentos.

-Llamar su atención a la hora de clase o del patio con un pequeño ruido (chinchines).

Actuación 3

En la Actuación 3 de Little Circus,  se hace referencia a las pistas que nos da el cuerpo avisándonos de un estado emocional concreto. Consiste en ser consciente de los cambios físicos que nos producen las emociones como temblor, doler la barriga, contraer la musculatura, apretar las manos, tensar la espalda, sensación de pérdida de fuerza y energía, ganas de llorar etc.

Estas y muchas otras son las prácticas informales que se pueden practicar tanto en casa como en el colegio.

 

Cuidado con las interpretaciones de las pautas que se ofrecen. No siempre es posible realizar este proceso tan analítico, aconsejamos elegir algunos momentos o situaciones concretas.

En el caso de algunos hij@s o alumn@s, aún llevando a cabo este proceso, es posible que persistan en la respuesta conductual automática. La educación emocional es de largo recorrido. Cuando más expongamos a l@s niñ@s a estos procesos, más posibilidades de éxito se pondrá tener en un futuro.

 

 

Educación emocional en la infancia

Little Circus se ha creado con el objetivo de facilitar actividades, dinámicas y orientaciones enfocadas a trabajar la educación emocional en las etapas de infantil y primaria.

 El objetivo final y principal no es sólo facilitar herramientas para la gestión emocional, sino educar a los/as niños/as en la comprensión de que todas las emociones son necesarias y tienen una función determinada.

 

 

Antes es fundamental que,  tanto padres como educadores, nos propongamos  el reto de entender y aceptar todas las emociones de nuestros/as hijos/as y alumnos/as

Aceptando este reto, iniciamos el trabajo  de la gestión emocional en niños/as.

La aceptación por parte de los adultos de que cada niño experimenta diferentes emociones, pensamientos y respuestas conductuales delante de una misma situación es el primer paso para la gestión emocional de nuestros hijos y alumnos. 

Otra aceptación fundamental es que la felicidad eterna no existe. En nuestro afán de protegerlos, pretendemos eliminar emociones como frustración, tristeza, preocupación, etc. Es inevitable que nuestros hijos y alumnos las experimenten. Tarde o temprano se encontrarán con situaciones donde los adultos no podremos hacer nada por evitarlo y no habrán aprendido estrategias para poder solucionar aquel problema. 

Es importante acompañarlos en la identificación, comprensión y gestión para conseguir normalizar las emociones en las experiencias de sus vidas.

Todos los padres y educadores pensamos que así lo hacemos pero invito a hacer una breve  reflexión sobre nuestra tolerancia hacia las emociones de nuestros hijos. En condición a las respuestas y especialmente a la frecuencia de estas intervenciones, podremos evaluar nuestra aceptación ante sus emociones.

Cuantas veces les hemos dicho: ¡No llores por eso, es sólo un juguete! ¿Cómo puedes tener miedo al perro o a la oscuridad? ¡no seas vergonzoso y saluda a mi amigo! ¡No te enfades por eso, si no tiene importancia! ¡No te pongas nervioso, si sólo es un examen!

 

A continuación os proponemos algunos consejos y pautas para seguir acompañando a hijos/as y alumnos/as en el desarrollo de la inteligencia emocional.

Pautas para fomentar la gestión emocional 

  • Identificar y aceptar su emoción. Con frecuencia los adultos decimos las emociones que tienen que sentir : “no te pongas triste”, “no te enfades”, “No llores”, “tienes que estar super contento”… 

          Es una respuesta automática y normalizada que muchos adultos hacemos. En la medida de lo posible es importante darles alternativas para gestionar su emoción, no decirle que tienen que              sentir. “veo que esto te hace sentir triste. ¿De qué forma crees que podríamos mejorar la situación?”

  • Identificar las emociones. Podemos iniciar este trabajo mediante el modelaje”, es decir, cuando alguno de los padres /educadores sienten emociones, decirlo en voz alta y dar el modelo correcto para controlarlos. Podemos empezar con  situaciones ficticias y/o sencillas del día a día. 
  • Ayudar a identificar la emoción como la causa de la situación. Por ejemplo si tiene mucha vergüenza y eso le hace no jugar con amigos/as, decirle: “por culpa de la vergüenza no has podido disfrutar con tus amigos. ¿de qué forma crees que lo podríamos hacer la próxima vez?”

          En ocasiones, culpamos a los niños por sus emociones. Dar la vuelta y responsabilizar a la intensidad de la emoción. Esto nos ayuda a:

                 –   Dar la posibilidad de mejorar: si controlo la emoción, mejora la situación.         

                 –  Responsabilizar a la intensidad de la emoción, no a vuestro hijo. Evitamos etiquetas: “es muy vergonzoso”, “es muy tímido”.

  • Identificar la emoción y ponerle una intensidadSentir emociones no es negativo. Lo que realmente nos perjudica es la intensidad con la que las experimentamos. Por ese motivo aparece el termómetro de las emociones en las diferentes actuaciones de Little Circus.

 

 

  • Es una forma gráfica de saber la intensidad con la que vivimos la emoción.
  • Si utilizáis el termómetro, es importante ir recordando que le está subiendo la intensidad de la emoción. No es aconsejable hacerlo cuando ya es muy elevada ya que puede provocar el efecto contrario. Es decir, si observamos que su nivel es muy alto, es mejor dejar un espacio y anunciar que hasta que no esté calmado no podrás ayudar.
  • Para fomentar el buen modelaje del uso del termómetro, los familiares pueden utilizarlo y comentar en voz alta la intensidad de su emoción. Es aconsejable comenzar en situaciones ficticias para tener más control de la situación.  

Bienvenidos a la carpa de Little Circus, mundo creado para hablar de emociones y sobre el mundo infantil.